¿Sabías que el color azul tradicionalmente era femenino y el rosa masculino? ¿sabías que esto de los colores por sexo es un invento reciente y que a los bebés antes se le vestía de blanco independientemente de su sexo?
Debemos tener en cuenta que existen muchos factores que hacen que nuestrxs hijxs se decanten por un juguete u otro. El simple hecho de que sea niño o niña no significa que el que escoja un camión de juguete o una muñeca sea algo innato a su sexo, es decir, algo biológico.
Cuando nace un bebé se crean toda una serie de expectativas dependiendo de si es niña o niño, y en función de su sexo se le tratará y educará de un modo u otro.
Aquí reside la diferencia entre el sexo y el género, mientras el sexo es biológico (genitales masculinos o femeninos), el género es todo lo cultural que se asocia al sexo (por ejemplo, rosa para niñas y azul para niños).
El problema no está en que niños y niñas realicen actividades diferentes, sino en que se les limite a una actividad dependiendo de su sexo, y sobre todo el problema lo encontramos al darle menos valor a lo vinculado con las niñas y lo femenino.
La publicidad, la familia, el colegio y las amigas y amigos, son algunos de los factores que determinan la elección de juguetes. Dado que los juguetes se crean con la intención de que lleguen a un público concreto, muchos reproducen los roles que se asocian a lo femenino y a la masculino.
Los juguetes inculcan valores, creencias, ideas y ofrecen modelos a seguir, de este modo influyen en la construcción de la personalidad e identidad, perpetuando los roles tradicionales, la desigualdad y el reparto de funciones por sexo.
Podemos afirmar que no existen juguetes que sólo sean de uso masculino o femenino, este atributo se lo da la sociedad, el juguete en sí carece de género.
Hay estudios donde se demuestra que el adulto no se comporta de la misma manera frente a un bebe niña o un bebe niño. La manera en la que habla al bebe, la oferta de juguetes que le ofrece, las expectativas que proyecta en la criatura, van etiquetando a los niños y niñas y reforzando las conductas que convencionalmente la sociedad espera del género masculino o femenino ¿no os parece terrible?
Tenemos un pedacito de arcilla, y sin darnos cuenta lo moldeamos a imagen y semejanza de lo que la sociedad nos dicta, sin respetar sus intereses más genuinos, y perdiendo la oportunidad de educar sin sexismos y apostando por la diversidad y la riqueza del ser humano.
Por ese motivo, el diseño de juguetes y la propuesta de los mismos, se nos antoja una gran oportunidad para educar en valores y romper con los clichés que nos ofrece la sociedad.
Es nuestra responsabilidad reflexionar sobre las repercusiones que este sexismo tiene en el juego y la educación de lxs niñxs, para invitar a que sea las niñas y niños quién decidan sus intereses, y que no sean sus juguetes quién decidan por ellas o ellos.
Es esencial transmitir a lxs niñxs, que los juguetes son para todxs, y que tienen derecho a escoger aquel que les guste más, independientemente de su sexo.
La cuestión es, ¿es esto posible? ¿pueden lxs niñxs decidir quienes quieren ser a través del juego? ¿es posible elegir libremente en los catálogos de juguetes que están a su alcance? ¿los juguetes están diseñados de manera democrática para que esta elección sea libre sin condicionantes?
Lamentablemente, la respuesta es que, en la mayoría de los casos, los juguetes siguen estando claramente divididos implícitamente por sexos en los catálogos.
De hace 70 años a esta parte, hemos sistemáticamente asociado el color rosa con los femenino y el azul con lo masculino, de tal forma que un niño, ya sabe que sección es la suya y sobre que abanico de posibilidades debe decidir que ropa, juguetes… elegir ¿Por qué la sección de muñecas y cocinitas no es verde, amarillo a o naranja? ¿por qué no se organizan los juguetes por temáticas combinando las temáticas aleatoriamente con todos los colores del arcoiris?.
En la actualidad, los colores siguen llevando a cabo esta división, que va marcando poco a poco los gustos, los intereses, las motivaciones, las aficiones los roles y las profesiones. De tal forma que seguiremos teniendo más pilotos e ingenieros entre los niños, y más enfermeras y profesoras entre las niñas.
Un informe elaborado por el Instituto de la Mujer indica que en el 38,5% de los anuncios se asocia a las niñas con arquetipos de belleza (coqueta, barbie-fashion…) o relacionados con el ámbito del cuidado del hogar (madre, esposa).
El informe Publicidad y campañas navideñas de juguetes: ¿Promoción o ruptura de estereotipos de roles de género? Se demuestra que solo un 7,4% de los anuncios se las retrata como guerreras o heroínas. Asimismo, en los anuncios protagonizados por niños solo en un 2,4% de los casos aparecen relacionados con el papel de amo de casa.
Casi el 22% de los juguetes para niñas usa el rosa, y en el 14,4% aparecen vestidas con este color.
En el 34% de los anuncios que reflejan una ocupación profesional a ellas se las vincula con la peluquería y la estética. Los juegos de mesa son los que mantienen un equilibrio de género en sus anuncios.
Un aspecto grave a subrayar es la “sexualización de las niñas” en la publicidad. La sexualización aparece en el 11% de los anuncios. “Esta sexualización se manifiesta a través de posturas, gestos o miradas a la cámara”. Mayoritariamente aparecen niñas solas, y en algunos casos en escenarios mixtos. Pero no se han detectado casos de sexualización de los niños.
A través de esta diferenciación sexista entre juguetes le estamos inculcando unas expectativas personales y profesionales, de tal forma que, de manera implícita, enseñamos a nuestras niñas, que lo importante es estar guapas, limpiar la casa y cuidar bebés. Y a los niños, les contamos que deben ser valientes y luchadores. Esa manera de estar en el mundo va calando como una lluvia fina, se asienta en sus mentes infantiles y de repente un día, no somos capaces de diferenciar, cuanto hay de innato y cuanto hay de aprendido. Empezamos a pensar que eligen según sus intereses, pero ¿podemos asegurar que les hemos dejado elegir libremente?
Afortunadamente, el mundo está cambiando, y fruto de este debate las familias y educadorxs empiezas a ser más conscientes de la responsabilidad que tienen en la educación de lxs más pequeñxs.
En la industria de juguetes empieza a ver interesantes iniciativas que rompen con los clichés tradicionales, y ofrecen a nuestros hijxs otras posibilidades. Se empiezan a ver tímidos avances en los catálogos de juguetes donde los niños sostienen un bebé, y éstos, no solo van vestidos de rosa, sino de otros colores más vivos e innovadores.
También hemos evolucionado en los anuncios de televisión, y por fin, la responsabilidad de limpiar no es exclusivamente de la mujer, por lo que, los niños, también puede sentir interés por barrer y fregar la casa.
Aun así, resulta paradójico descubrir, que el avance de la sociedad, con respecto a la igualdad de género y diversidad, va lenta, pero más rápida que los catálogos de juguetes. Por ejemplo, ya no resulta extraño ver a un padre pasear a su bebé en un carrito, pero nos chirría ver a un niño paseando a su bebé, cuántas veces le has regalado un bebé a un niño?.
En España ya es legal la unión de dos ciudadanos del mismo sexo y las madres solteras por elección cada vez son más numerosas, sin embargos, pocos juguetes representan este % de modelos familiares que existen aunque no sean mayoritarios.
Reconociendo la importancia de los juegos y juguetes en la infancia a la hora de su desarrollo, finalizamos lanzando algunas recomendaciones de la elección de juguetes para lxs niñxs que garanticen la igualdad y eviten los estereotipos.
Que puedan jugar con él niños y niñas INDISTINTAMENTE.
Que evite la transmisión de estereotipos sexistas y no potencie la violencia.
Que facilite poder jugar con las demás personas, la COMUNICACIÓN entre las/los participantes y que fomente las relaciones entre IGUALES.
Que favorezca la ayuda entre iguales y no la rivalidad ni la competitividad.
Que potencie las relaciones COOPERATIVAS de ayuda, que se logre alcanzar un mismo objetivo o propósito entre todxs.
Que con él pueda jugar cualquier niñx y no sólo quien tenga habilidades muy específicas (que no excluya a nadie).
Que sea divertido, MOTIVADOR y que despierte el deseo de jugar.
Que desarrolle la imaginación y la CREATIVIDAD.
Que estimule su CURIOSIDAD, su interés por investigar y que permita a lxs niñxs descubrir nuevas posibilidades en el juego.
Que potencie la capacidad de PENSAR y la resolución de problemas.
y además creemos que tienen que:
Ser apropiados para cada edad y situación.
Cumplir las normas de seguridad.
Ser de fácil manipulación y que sirva al/la niñx para liberar sus energías y canalizar los deseos de la infancia.
Las personas adultas deben respetar el uso libre que lxs niñxs hagan de su juguete.
En la infancia se debe contar con los juguetes suficientes para desarrollar la expresividad y el juego, pero nunca deben ser tantos como para perder su interés por exceso de estimulación.
Tenemos que contar con la opinión de lxs niñxs a la hora de elegir sus juguetes.
El juguete debe ser un instrumento atractivo, que agrade y desarrolle el gusto por la estética.
Debe presentar cualidades de limpieza que lo hagan duradero y fácil de lavar para mantenerlo sin contaminar.
Los juguetes elegidos deben desarrollar las capacidades intelectuales, de comunicación, de inserción social y de valores positivos.
Que ayude a respetar las diferencias étnicas.
Que el juguete fomente valores humanos y personales.
En estas fechas tan señaladas, donde se hacen tantos regalos para ofrecer diversión a nuestrxs niñxs, tengamos aún más cuidado si cabe en el mensaje que les estamos inculcando con nuestra elección de juegos y juguetes.
Compra diversidad, compra diferencia con mam e mam!
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Jugar sin estereotipos, educar sin estereotipos
¿Sabías que el color azul tradicionalmente era femenino y el rosa masculino? ¿sabías que esto de los colores por sexo es un invento reciente y que a los bebés antes se le vestía de blanco independientemente de su sexo?
Debemos tener en cuenta que existen muchos factores que hacen que nuestrxs hijxs se decanten por un juguete u otro. El simple hecho de que sea niño o niña no significa que el que escoja un camión de juguete o una muñeca sea algo innato a su sexo, es decir, algo biológico.
Cuando nace un bebé se crean toda una serie de expectativas dependiendo de si es niña o niño, y en función de su sexo se le tratará y educará de un modo u otro.
Aquí reside la diferencia entre el sexo y el género, mientras el sexo es biológico (genitales masculinos o femeninos), el género es todo lo cultural que se asocia al sexo (por ejemplo, rosa para niñas y azul para niños).
El problema no está en que niños y niñas realicen actividades diferentes, sino en que se les limite a una actividad dependiendo de su sexo, y sobre todo el problema lo encontramos al darle menos valor a lo vinculado con las niñas y lo femenino.
La publicidad, la familia, el colegio y las amigas y amigos, son algunos de los factores que determinan la elección de juguetes. Dado que los juguetes se crean con la intención de que lleguen a un público concreto, muchos reproducen los roles que se asocian a lo femenino y a la masculino.
Los juguetes inculcan valores, creencias, ideas y ofrecen modelos a seguir, de este modo influyen en la construcción de la personalidad e identidad, perpetuando los roles tradicionales, la desigualdad y el reparto de funciones por sexo.
Podemos afirmar que no existen juguetes que sólo sean de uso masculino o femenino, este atributo se lo da la sociedad, el juguete en sí carece de género.
Hay estudios donde se demuestra que el adulto no se comporta de la misma manera frente a un bebe niña o un bebe niño. La manera en la que habla al bebe, la oferta de juguetes que le ofrece, las expectativas que proyecta en la criatura, van etiquetando a los niños y niñas y reforzando las conductas que convencionalmente la sociedad espera del género masculino o femenino ¿no os parece terrible?
Tenemos un pedacito de arcilla, y sin darnos cuenta lo moldeamos a imagen y semejanza de lo que la sociedad nos dicta, sin respetar sus intereses más genuinos, y perdiendo la oportunidad de educar sin sexismos y apostando por la diversidad y la riqueza del ser humano.
Por ese motivo, el diseño de juguetes y la propuesta de los mismos, se nos antoja una gran oportunidad para educar en valores y romper con los clichés que nos ofrece la sociedad.
Es nuestra responsabilidad reflexionar sobre las repercusiones que este sexismo tiene en el juego y la educación de lxs niñxs, para invitar a que sea las niñas y niños quién decidan sus intereses, y que no sean sus juguetes quién decidan por ellas o ellos.
Es esencial transmitir a lxs niñxs, que los juguetes son para todxs, y que tienen derecho a escoger aquel que les guste más, independientemente de su sexo.
La cuestión es, ¿es esto posible? ¿pueden lxs niñxs decidir quienes quieren ser a través del juego? ¿es posible elegir libremente en los catálogos de juguetes que están a su alcance? ¿los juguetes están diseñados de manera democrática para que esta elección sea libre sin condicionantes?
Lamentablemente, la respuesta es que, en la mayoría de los casos, los juguetes siguen estando claramente divididos implícitamente por sexos en los catálogos.
De hace 70 años a esta parte, hemos sistemáticamente asociado el color rosa con los femenino y el azul con lo masculino, de tal forma que un niño, ya sabe que sección es la suya y sobre que abanico de posibilidades debe decidir que ropa, juguetes… elegir ¿Por qué la sección de muñecas y cocinitas no es verde, amarillo a o naranja? ¿por qué no se organizan los juguetes por temáticas combinando las temáticas aleatoriamente con todos los colores del arcoiris?.
En la actualidad, los colores siguen llevando a cabo esta división, que va marcando poco a poco los gustos, los intereses, las motivaciones, las aficiones los roles y las profesiones. De tal forma que seguiremos teniendo más pilotos e ingenieros entre los niños, y más enfermeras y profesoras entre las niñas.
Un informe elaborado por el Instituto de la Mujer indica que en el 38,5% de los anuncios se asocia a las niñas con arquetipos de belleza (coqueta, barbie-fashion…) o relacionados con el ámbito del cuidado del hogar (madre, esposa).
El informe Publicidad y campañas navideñas de juguetes: ¿Promoción o ruptura de estereotipos de roles de género? Se demuestra que solo un 7,4% de los anuncios se las retrata como guerreras o heroínas. Asimismo, en los anuncios protagonizados por niños solo en un 2,4% de los casos aparecen relacionados con el papel de amo de casa.
Casi el 22% de los juguetes para niñas usa el rosa, y en el 14,4% aparecen vestidas con este color.
En el 34% de los anuncios que reflejan una ocupación profesional a ellas se las vincula con la peluquería y la estética. Los juegos de mesa son los que mantienen un equilibrio de género en sus anuncios.
Un aspecto grave a subrayar es la “sexualización de las niñas” en la publicidad. La sexualización aparece en el 11% de los anuncios. “Esta sexualización se manifiesta a través de posturas, gestos o miradas a la cámara”. Mayoritariamente aparecen niñas solas, y en algunos casos en escenarios mixtos. Pero no se han detectado casos de sexualización de los niños.
A través de esta diferenciación sexista entre juguetes le estamos inculcando unas expectativas personales y profesionales, de tal forma que, de manera implícita, enseñamos a nuestras niñas, que lo importante es estar guapas, limpiar la casa y cuidar bebés. Y a los niños, les contamos que deben ser valientes y luchadores. Esa manera de estar en el mundo va calando como una lluvia fina, se asienta en sus mentes infantiles y de repente un día, no somos capaces de diferenciar, cuanto hay de innato y cuanto hay de aprendido. Empezamos a pensar que eligen según sus intereses, pero ¿podemos asegurar que les hemos dejado elegir libremente?
Afortunadamente, el mundo está cambiando, y fruto de este debate las familias y educadorxs empiezas a ser más conscientes de la responsabilidad que tienen en la educación de lxs más pequeñxs.
En la industria de juguetes empieza a ver interesantes iniciativas que rompen con los clichés tradicionales, y ofrecen a nuestros hijxs otras posibilidades. Se empiezan a ver tímidos avances en los catálogos de juguetes donde los niños sostienen un bebé, y éstos, no solo van vestidos de rosa, sino de otros colores más vivos e innovadores.
También hemos evolucionado en los anuncios de televisión, y por fin, la responsabilidad de limpiar no es exclusivamente de la mujer, por lo que, los niños, también puede sentir interés por barrer y fregar la casa.
Aun así, resulta paradójico descubrir, que el avance de la sociedad, con respecto a la igualdad de género y diversidad, va lenta, pero más rápida que los catálogos de juguetes. Por ejemplo, ya no resulta extraño ver a un padre pasear a su bebé en un carrito, pero nos chirría ver a un niño paseando a su bebé, cuántas veces le has regalado un bebé a un niño?.
En España ya es legal la unión de dos ciudadanos del mismo sexo y las madres solteras por elección cada vez son más numerosas, sin embargos, pocos juguetes representan este % de modelos familiares que existen aunque no sean mayoritarios.
Reconociendo la importancia de los juegos y juguetes en la infancia a la hora de su desarrollo, finalizamos lanzando algunas recomendaciones de la elección de juguetes para lxs niñxs que garanticen la igualdad y eviten los estereotipos.
y además creemos que tienen que:
En estas fechas tan señaladas, donde se hacen tantos regalos para ofrecer diversión a nuestrxs niñxs, tengamos aún más cuidado si cabe en el mensaje que les estamos inculcando con nuestra elección de juegos y juguetes.
Compra diversidad, compra diferencia con mam e mam!